El futuro de la seguridad
02.11.17  /  10:30 h

Ya no es ciencia ficción. El Internet de las Cosas (IoT) está transformando los hogares de las personas en espacios de vida automatizados y, según Gartner, se utilizarán más de 20 800 millones de dispositivos IoT para el año 2020.

2016 fue el año que batió el récord en ataques de denegación de servicio (DDoS) de IoT dudosos. El robot Mirai lanzó ataques masivos y generalizados que afectaron significativamente a medios como Twitter, Airbnb, Spotify y Netflix.

Dentro de poco las tecnologías inteligentes se integrarán en la ciudad de tal modo que los servicios públicos y la infraestructura trabajarán de forma más eficiente. Sumándose a las tecnologías inteligentes las ciudades también asumen nuevos riesgos. Si no se organiza de forma adecuada, las ciudades podrían poner en riesgo sus operaciones, la privacidad de sus ciudadanos y la seguridad pública.

Más allá del PC tradicional, existe un número creciente de dispositivos domésticos inteligentes conectados a las redes de la casa, entre los que se encuentran cámaras IP, televisiones, unidades NAS (almacenamiento en la red), smartphones, tablets, impresoras, etc. Muchos dispositivos presentan problemas de seguridad que podrían utilizarse para controlar los dispositivos o la red y filtrar datos personales.

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